Yuri Kosobukin, más presente que nunca.
Por Francisco Puñal Suárez
Hace cinco años nos dejaba Yuri Kosobukin una inmensa figura del humor
gráfico. Fallecía demasiado joven y el dolor nos invadió a todos los que
apreciamos su inmensa obra, donde la sátira y la ironía eran como
látigos con cascabeles en la punta.
Sus caricaturas, premiadas en el mundo entero, caracterizadas por su
honestidad crítica, sus cualidades artísticas y un estilo inconfundible,
están ahí más vivas que nunca, como un legado importante y vital, para
nuestro consuelo.
Kosobukin tenía la capacidad de hacer visible lo invisible y señalar los
vicios y defectos de la sociedad clasista y de los seres humanos, al
desacralizar todo lo obsceno y absurdo de nuestra existencia, al señalar
la injusticia, la corrupción, el egoismo, el dogmatismo, las guerras,
la manipulación de la prensa, la pobreza, la mentira, la simulación, la
contaminación del medio ambiente, la religión, la ignorancia, y tantos
otros males que perviven en este mundo convulso.
Su trabajo intenso y su brillante talento le permitieron publicar
miles de dibujos en revistas y periódicos, en sus muchos años de
trabajo. Sus dibujos se exhibieron en todo el mundo. Los concursos
internacionales siempre añoraban sus caricaturas y los jurados lo
premiaron una y otra vez. Ganó más de 450 galardones y entre ellos más
de 100 primeros premios. La gente admiraba y comprendía su obra, a
pesar de las diferencias culturales, por el carácter universal de la
misma, y por no llevar texto.
Yurij Kosobukin, de Ucrania, nacido en 1950, publicó su primera
caricatura en la prensa en 1976. Él sabía que al trabajar y crear
diariamente, su obra era conocida y aplaudida en numerosos países
extranjeros, y que también, al abordar los eternos sentimientos humanos y
sus contradicciones, tenía asegurado un público que lo seguía, y que
el paso del tiempo no le restaba interés en lo más mínimo a sus
dibujos, muchas veces llenos de melancolía, y con una visión irónica y
crítica.
Cuando Yurij Kosobukin realizó sus primeras caricaturas no tenía una
trayectoria artística. Había estudiado ingeniería aeronáutica en
Kharkiv, y trabajaba en el Centro Antonov de Diseño de Aviones , en
Kiev. Tenia 26 años. Para suerte de los que apreciamos el arte, el
humor y la caricatura, a partir de ese momento de ruptura y de cambio,
el talento de Yurij Kosobukin no dejó de crear imágenes que nos hacen
mirarnos en el espejo de la vida.
Su bisturí artístico penetró allí donde las situaciones sociales son
escenarios de los dramas cotidianos de la humanidad, y donde las
personas, de todas las clases sociales, muestran, en muchas ocasiones,
sus ambiciones y deseos, en algunos casos repulsivos. Ningún tema
escapó a su mirada. Sus caricaturas son al mismo tiempo simpáticas y
tristes.
Sus caricaturas son secuencias de una película que es la vida.
Una Speciale Menzione d'onore al disegno dell'artista Ucraino Yuri Kosobukin,
scomparso recentemente.
The jury decided to distinguish with a Special Mention the high quality
work «Untitled» by late Ukranian artist Yuri Kosobukin, published in
«Perets», from Kiev, as a posthumous homage to a great cartoonist.(2013)
Yuri-Kosobukin-TOLENTINO-1995
FUENTE: https://fany-blog.blogspot.pe/2018/01/yuri-kosobukin-piu-presente-che-mai.html
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